Rafael de Vega, en la amistad y en la política

Desde que se inauguró el nuevo edificio para hospital de Santa María de Lugo el que fuera alcalde de Lugo Don Ángel López Pérez veía así la culminación de sus desvelos por Lugo, y el director de aquel centro, el Dr. Rafael de Vega Barrera, podría disponer ya de sus instalaciones y medios para continuar su extraordinaria labor como cirujano que, hasta entonces había tenido que realizar en el viejo y carcomido caserón de Santo Domingo, falto de medios e instrumental para las más importantes intervenciones quirúrgicas. Solamente su saber y "sus prodigiosas manos" habían podido suplir, hasta entonces, tantas deficiencias.

El pueblo de Lugo, con más o menos precisión, era conocedor de su excepcional labor como cirujano, a la que habría que añadir otras muchas virtudes que adornaban su personalidad entre las cuales destacaban su sencillez y amabilidad en el trato, su cariño y afecto hacia los mas desvalidos, su agudo ingenio y, sobre todo, una bondad infinita, que se traslucía en todos sus actos. 

Frecuentemente el Dr. Rafael de Vega Barrera realizaba donativos, tratamientos médicos e incluso intervenciones quirúrgicas para las personas que no podían costearlas con su patrimonio personal:

La Gota de Leche fue el nombre dado a las instituciones creadas para remediar los problemas de desnutrición y alta mortalidad infantil en aquellas familias que no podían permitirse el lujo de tener nodriza, y cuyas madres no podían dar de mamar. Surgieron a finales del siglo XIX.  La idea original de "las gotas de leche"  procedía de Francia, donde el médico León Dufour había creado la primera Gota de Leche en 1894.  La idea original de "las gotas de leche" procedía de Francia, donde el médico León Dufour había creado la primera Gota de Leche en 1894.

Pero al Dr. Vega Barrera, como a todos los mártires, tales cualidades le acarrearon odios y envidiosos rencores de los "enanos de la virtud", hasta convertirlo, en el verano de 1.936, en el "blanco" de los ponzoñosos dardos de media docena de resentidos y envidiosos, ante el cobarde silencio de un pueblo atemorizado.

En realidad, hasta el 9 de febrero de 1930, la actividad política de Don Rafael de Vega quedaba inscrita en los límites de un sentimiento republicano "entre amigos"−por decirlo de algún modo− que no trascendía más allá del reducido ámbito de la popular tertulia del "Salón de Columnas" del Círculo de las Artes. A lo sumo, y dentro de una relativa clandestinidad impuesta por la dictadura, también contertulio a veces, con aquellos republicanos, románticos y añorantes, que se reunían una vez al año cada 11 de febrero, para conmemorar los aniversarios de la proclamación de la primera república española.

En 1930 los republicanos y los nacionalistas se reunieron en un antiguo pazo de la familia de CAMILO LÓPEZ PARDO, el Pazo da Ermida. Allí acordaron el que se conoció como Pacto de Lestrove, por el que se creó la Federación Republicana Galega y se envió a Santiago Casares Quiroga como emisario a la reunión del conocido Pacto de San Sebastián para acordar una acción política conjunta que derribase de una vez por todas a la Monarquía. Uno de los involucrados en el Pacto de Lestrove era Gerardo Abad Conde, líder del Partido Republicano Radical en Galicia.

En aquellos años había dos pensamientos políticos principales: Conservadores y Progresistas. Los conservadores, obviamente, querían que persistieran los privilegios para la aristocracia y el clero. Los progresistas querían superar ese feudalismo y avanzar hacia una España más moderna. Pero, dentro de esos dos bloques, había varias opciones. Entre los Conservadores se encontraban los monárquicos, la CEDA y un grupo subvencionado por las clases privilegiadas denominado FALANGE. Entre los Progresistas, había muchísima más variedad, pero podríamos agruparlos en republicanos de derechas, republicanos de izquierdas y marxistas. Los republicanos de derechas serían los partidos que querían un país más moderno, con una clase trabajadora más ilustrada y con más renta para estimular la economía, algo que interesaba a la burguesía urbana. Aquí encuadraríamos al Partido Republicano Radical (PRR). Los republicanos de izquierdas eran muy similares a los de derechas en su visión de progreso, pero pedían más reformas a favor de la clase obrera. Aquí encuadraríamos a la Izquierda Republicana de Azaña y el Partido Republicano Radical Socialista. Por último, los marxistas también querían que España progresase hacia una sociedad más moderna, pero eliminando la diferencia de clases. Entre ellos estaban los anarquistas, los comunistas y el PSOE.

Como no podía ser menos, en Lugo, el 9 de febrero de 1930 se constituye un grupo político con el único vínculo de su fe republicana. Y, a tal efecto se nombra una comisión gestora presidida por Rafael de Vega Barrera identificándose al principio con el llamado Partido Radical de Lerroux que de "radical" no tenía más que el nombre. El Partido Radical no era conservador. Uno de los indicadores de su progresismo fue su fuerte anticlericalismo. Así lo demostró en su votación de la Constitución de la II REPÚBLICA, especialmente el Artículo 26. Para los progresistas, la Iglesia era el freno hacia una España moderna y, sin embargo, la Escuela era el acelerador.

(Partido Radical: Fue el movimiento republicano de derechas más firmemente defensor de la Segunda República. Liderado por Alejandro Lerroux y con una alta influencia de la Masonería en sus filas, optaba por una "revolución burguesa" ensalzando a las clases medias, el capitalismo económico y el laicismo en contra del poder de la Iglesia). 

Avelino López Otero (1903-1936) fue un periodista y político español activo en Galicia.

Avelino López Otero
Avelino López Otero

Nació en el lugar de Acevedo (entonces en el municipio lucense de Meira). Se licenció en Derecho y tras emigrar durante un tiempo a Cuba se instaló en La Coruña, donde fue corresponsal de El Pueblo Gallego. Posteriormente dirigió en Lugo el semanario republicano Guion (1930). Miembro de la masonería, trabajó como secretario de su hermano, el político César López Otero y con él fue el promotor de la constitución del municipio de Ribera de Piquín, escindido de Meira, que se constituyó el 5 de marzo de 1935. Formó parte de la comisión de técnicos que redactó el anteproyecto del Estatuto de Autonomía de Galicia para la asamblea que había convocado el ayuntamiento de Santiago de Compostela en 1932 y que constituyó la versión definitiva del estatuto que se plebiscitó en 1936. Fue secretario general del Partido Republicano Gallego (1934-1935). Murió asesinado por los sublevados al estallar la Guerra Civil Española.

En Lugo se proclama la República

El nacimiento de la II República, restaurado en imagen y sonido

La Filmoteca Española proyecta un noticiario sonoro de la Fox que testimonia la alegría del cambio de Estado en España en abril de 1931. La película apareció en 2006 en Córdoba en la casa de un amigo del presidente Niceto Alcalá-Zamora:

Tras aquellas históricas elecciones municipales del 12 de abril de 1931, se proclama en España la República dos días después.

Lugo había sido, no obstante, uno de los pocos ayuntamientos en que habían triunfado los monárquicos. Pero, esta circunstancia excepcional fue sin duda debida a que con la conjunción monárquica se presentaba el buen alcalde Don Ángel López Pérez, y con él, otras personas de gran prestigio y significación social.

Cuando a media tarde de aquel 14 de abril se supo en las oficinas de telégrafos la proclamación de la República, se organizaron entusiastas y espontáneas manifestaciones, que se fueron concentrando en la Plaza Mayor, ante el edificio del Ayuntamiento. Con anterioridad, el Comité Republicano, que presidía el Dr. Vega, había impreso un manifiesto, dando cuenta de los acontecimientos, para terminar con estas palabras:

Encarecemos al pueblo de Lugo cordura, orden y sensatez; serenidad y sobre todo, respeto para todas las personas e ideas. Seamos buenos republicanos.

Rafael de Vega Barrera, diputado a Cortes.

Los republicanos tradicionales presentaron cinco días antes de las elecciones una candidatura algo más homogénea encabezada por D. Rafael de Vega Barrera, seguido de personas prestigiosas como D. José Cobreros de La Barrera, D. Cándido Fernández López, D. Camilo López Pardo, D. Ramón Rodríguez Prieto, D. Luis Díaz Gallego y D. Manuel Becerra, este último subdirector de Obras Públicas en el Gobierno provisional.

Como era de esperar, D. Rafael de Vega fue elegido diputado para aquellas Cortes Constituyentes.

Después del 14 de abril de 1931, al Gobierno Provisional de la República, que presidía D. Niceto Alcalá Zamora, le faltó tiempo para convocar elecciones constituyentes. Era necesario, y hasta urgente, dotar al País de una Constitución Republicana, que viniese a sustituir a la Constitución de Cánovas.

En aquella premura faltó tiempo para organizar una verdadera campaña electoral y una orientación elemental de la opinión pública. De esta suerte, y salvo el partido socialista que tenía cierta coherencia, las fuerzas políticas surgieron de improvisadas coaliciones, donde primaba el prestigio personal sobre las ideologías. Basta decir que, hermanados en la misma candidatura, llegaron a aparecer nombres tan dispares como los del general Sanjurjo, el comunista Tizón, el intelectual Recasens Silches y el galleguista Peña Novo. 

El Dr. Rafael de Vega Barrera fue Presidente del Partido Republicano Radical de Lugo.  (Hemeroteca  El Progreso de Lugo, 13 de agosto de 1935).

HEMEROTECA

II República Española
1931-1939

ÍNDICE HISTÓRICO DEL CONGRESO DE DIPUTADOS 

 (Rafael de Vega Barrera diputado a Cortes 1931-1933